31/7/15

El penultimo sueño


Cada mañana, mientras se observaba y descubría en su geografía de arrugas un nuevo río, Soledad sentía que su alma no tenía tiempo. Ahora podía entender lo que de joven no entendía: que sólo se envejece en los espejos, que el espíritu es libre de volar alto por encima de la vida, que el verdadero amor no tiene edad ni muerte.
“El penúltimo sueño”, de Angela Becerra

28/7/15

La lluvia


Está cayendo ahora mismo una lluvia fina, mansa, sobre la plaza. Es una lluvia a la que no le ves la mala intención por ninguna parte, todo lo contrario, se diría que busca tu amistad, que te dice, no tengo más remedio que mojarte un poco, va en mi condición, pero me gustaría que nos llevásemos bien. Ya sé que esto puede parecer una locura, ponerle no solo voz sino sentimientos a la lluvia, pero a mí es lo que me sugiere su presencia ahora mismo, mientras la veo caer suave entre las farolas hacia el empedrado, y resbalar por mi rostro reflejado en el cristal”
 Karmelo Irribarren

Imagen: Cao Anh Tuan

26/7/15

Caminar a oscuras

Es difícil caminar de noche por las oscuras y estrechas calles de esta ciudad de ensueño sin acabar perdiéndose en una vaga melancolía, parecida a aquella que nos invade durante los últimos días de otoño, cuando la vida, replegada sobre sí misma, se convierte en una pura interiorización. Empujado por el sonido de las campanas se adentra uno en el mar sin playas de los recuerdos, que aquí duermen en cada puerta. Uno va peregrinando sin rumbo hasta que, de pronto, se percata de la grandiosidad de este escenario, poblado de viejos fantasmas.”
Stefan Zweig : Países y paisajes.

 Imagen: Vicent Van Gogh

24/7/15

No te fies de la tristeza

"No te fíes ni un poco de la tristeza, no la dejes pasar ni por una rendija, no escuches sus arrullos, ni te cobijes en ella cuando estés en la cama; échala de tu vida en cuanto la presientas. Ella se esconderá entre tus viejas canciones, en los álbumes de fotos y en los tarros de perfume; tíralo todo, deshazte de ello. La tristeza no es buena amante, te trae recuerdos que son mentiras y siempre te querrá sola. Habitará primero en tus ropas y tus cabellos, y acabará doliéndote en los huesos. Cuando la tristeza te aprese bajo su velo, álzate, salta, huye, camina, escapa. No te dejes paralizar por esa araña. Haz un regalo, ayuda a alguien, construye algo bonito. Deja de pensar en ti. Ella no tiene poder fuera de tu ego. Y tú eres mucho más que un ego, eres todo lo que amas, y todo el amor que has recibido y que recibirás. La tristeza no puede nada contra el amor, ella solo entiende de desamores. Abrázate al amor y echa para siempre de tu cama a la tristeza".
Irela  Perea

22/7/15

Toda la belleza del mundo


Era un precioso atardecer del mes de mayo. No podría ser de otro modo. En la isla de Kampa colgaban sobre el río flores de lilas. ¿No sabéis que la flor de la lila crece con el pedúnculo hacia arriba, igual que los racimos de uvas? El río estaba lleno de pequeñas cintas de colores que ponía allí el sol poniente, y se desperezaba con placer como una mujer que acaba de hacer el amor. El peine de la presa peinaba el agua."
Jaroslav  Seifert: Toda la belleza del mundo.”

Imagen: Claude Monet

20/7/15

Recuerdos


“Voy a recordar tu pequeña habitación, la sensación de ti, a la luz de la ventana, tu música, tus libros, nuestro café de la mañana, nuestras tardes, las noches, nuestros cuerpos derramados juntos, el sueño, las diminutas corrientes que fluyen, inmediatas y para siempre. Tu pierna, mi pierna, tu brazo, mi brazo, la sonrisa y la calidez tuya que me hizo reír de nuevo”.Charles  Bukowski
Imagen:Vincent Van Gogh

18/7/15

En la doliente soledad del domingo

Aquí estoy,
desnuda,
sobre las sábanas solitarias
de esta cama donde te deseo.

Veo mi cuerpo,
liso y rosado en el espejo,
mi cuerpo
que fue ávido territorio de tus besos;
este cuerpo lleno de recuerdos
de tu desbordada pasión
sobre el que peleaste sudorosas batallas
en largas noches de quejidos y risas
y ruidos de mis cuevas interiores.

Veo mis pechos
que acomodabas sonriendo
en la palma de tu mano,
que apretabas como pájaros pequeños
en tus jaulas de cinco barrotes,
mientras una flor se me encendía
y paraba su dura corola
contra tu carne dulce.
Veo mis piernas,
largas y lentas conocedoras de tus caricias,
que giraban rápidas y nerviosas sobre sus goznes
para abrirte el sendero de la perdición
hacia mi mismo centro,
y la suave vegetación del monte

y truenos primitivos.
donde urdiste sordos combates
coronados de gozo,
anunciados por descargas de fusilerías

Me veo y no me estoy viendo,
es un espejo de vos el que se extiende doliente
sobre esta soledad de domingo,
un espejo rosado,
un molde hueco buscando su otro hemisferio.
En la doliente sosledad del domingo
Llueve copiosamente
sobre mi cara
y sólo pienso en tu lejano amor
mientras cobijo
con todas mis fuerzas,
la esperanza.

Gioconda Belli
Imagen: Zaoming Wu

15/7/15

La tejedora


En medio de la tarde fría
Una mujer teje al lado de la ventana
Con paciencia y prisa a la vez.
La paciencia que hace toda la vida
Y la prisa de lo que va a hacer por última vez. Sin suspiro,
Sin sonrisa,
Oculta en lo profundo
su sufrimiento o su dicha.
Se desbordan en lo mas hondo de su alma
La confianza o la duda. Sin levantar la cabeza, por una vez,
Experimenta conmovida los momentos
Antes del encuentro o después de la despedida.
En cada nudo de hilo se esconde la alegría o el desasosiego,
Y que reflejan esos ojos: ¿ El desánimo o la esperanza? En medio de la tarde fría
Una mujer teje al lado de la ventana
Abajo de sus pies
El rollo de lanas rueda como pelota verde
Dando vueltas lentas.
Hoang Thi Y Nhi- Vietnam

Imagen: Gerrit Douf

13/7/15

Conversacion


Cuarenta años habían vivido juntos
y el lenguaje se había ido haciendo más difícil de entender
al principio habían sabido algunas palabras
luego se fueron contentando con movimientos de cabeza:
cama y comida.
Durante cuarenta años se las arreglaron así en su vida diaria.
Sus rostros fueron adquiriendo calma, la de las piedras.Pero alguna vez aparecía un intérprete ocasional:
un gato, una puesta de sol extraordinaria.

Escuchaban con un destello de inquietud
trataban de contestar
                                  eran ya dos mudos.

Solveig von Schoultz

11/7/15

El beso

Y la besé por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento: la espina dorsal, vértebra por vértebra, hasta las nalgas lánguidas, el costado del lunar, el de su corazón inagotable. A medida que la besaba aumentaba el calor de su cuerpo y exhalaba una fragancia montuna. Ella me respondió con vibraciones nuevas en cada pulgada de su piel, y en cada una encontré un calor distinto, un sabor propio, un gemido nuevo, y toda ella resonó por dentro con arpegio y sus pezones se abrieron en flor sin tocarlos.”
Gabriel Garcia Marquez

8/7/15

La lectura

"La lectura es el único medio a través del cual nos deslizamos, involuntariamente, a menudo sin poder hacer nada, a la piel de otro, a la voz de otro, al alma de otro".
Joyce Carol Oates

7/7/15

Echar las cartas

Querida Andrea:
No sé por qué, pero hoy me dio por extrañarte, por echar de menos tu presencia. Será tal vez porque el primer amor le deja a uno más huellas que ningún otro. Lo cierto es que estaba en la cama, junto a Patricia plácidamente dormida, y de pronto rememoré otra noche del pasado, junto a vos, plácidamente dormida, y sentí una aguda nostalgia de aquel sosiego de anteayer.
Alguien dijo que el olvido está lleno de memoria, pero también es cierto que la memoria no se rinde. Dos por tres suenan como campanitas en el ritmo cardiaco y una escena se hace presente en la conciencia como en una pantalla de televisión. Y aquel cuerpo que las manos casi habían olvidado vuelve a surgir como un destello hasta que otra vez suenan las campanas y el destello se apaga. ¿Te ocurre a veces algo así? ¿O será que me estoy volviendo un poco loco? Puede ser. Mientras tanto este probable loco te envía un invulnerable abrazo.

Benedetti

5/7/15

Nocturno




Apagaste las luces y encendiste la noche.
Cerraste las ventanas y abriste tu vestido.
Olía a flor mojada. Desde un país sin límites
me miraban tus ojos en la sombra infinita.

¿Y a qué olían tus ojos? ¿Qué perfume de oro
y de agua limpia y pura brotaba de tus párpados?
¿Que invisible temblor de cristales de fuego
agitaba la seda lunar de tus pupilas?

Recamaste la almohada con hilos de azabache.
Tejiste sobre el sueño un velo de blancura.
Eras la rosa pálida tiñéndose de rojo,
la rosa del veneno que devuelve la vida.

La blusa, el abanico, una pluma violeta,
el broche con la perla y el diamante en el pecho.
Todo abierto y en paz, transparente y oscuro,
sin dolor, navegando rumbo a tus manos frías
Luis Alberto de Cuenca