30/10/11

En la doliente soledad del domingo

Boucher

Aquí estoy,
desnuda
sobre las sabanas solitarias
de esta cama donde te deseo.

Veo mi cuerpo,
liso y rosado en el espejo
mi cuerpo
que fue ávido territorio de tus besos,
este cuerpo lleno de recuerdos
de tu desdoblada passiones
sobre el que peleaste sudorosas batallas
en largas noches de quejidos y risas
y ruidos de mis cuevas interiores


Bruno Beran


Veo mis pechos
que acomodabas sonriendo
en la palma de tu mano,
que apretabas como pájaros pequeños
en tus jaulas de cinco barrotes,
mientras una flor seme encendía
y paraba su dura corola
contra tu cama dulce.


George Brasseur

Veo mi piernas,
largas y lentas conocedoras de tus caricias,
que giraban rapidas y nerviosas sobre sus goznes
para abrirte al sendero de la perdicion
hacia mi mismo centro
y la suave vegetcion del monte
donde urdistes sordos combates
coronados de gozo,
anunciados por descargas de fussileria
y truenos primitivos


Toluose Loutrec


Me veo y me estoy viendo,
en un espejo de vos el que se extiende doliente
sobre esta soledad de domingo,
un espejo rosado,
un molde hueco buscando su otro hemisferio.
Llueve copiosamente
sobre mi cara
y solo pienso en tu lejano amor
mientras cobijo
con todas mis fuerzas,
la esperanza

Gioconda Belli



28/10/11

Tu duermes



Tu duermes a mi lado.Caes silenciosamente en ese
mundo donde yo puedo ser alguna remota conocida,una
compañera de banca de parque o la mante que acaba
de dejar para evadirse a esa región donde,mutuamente,
nos privamos de la palabra.

Me conmueve verte dormido,hundido en las sabanas con
el abandono del sueño,enigmáticamente encerrado en tu cuerpo.

También yo me dormiré y entonces quizás te despiertes y
pienses esto que yo estoy pensando,tal vez me
imaginas enredada en algún árbol enmarañado de los
que sabes que me encantan y me quieres alcanzar
tocandome, saciandome el mutismo de estacion de radio
apagada,volviendome a traer hacia tu lado,hacia el amor
que nos dio el sueño.

Gioconda Belli
Imagen:Toulouse Loutrec

26/10/11

Miradas


Hay veces que si miras a los ojos de otra persona y hay una carga emocional entre los dos, hasta la mirada más firme parece quebrarse en temblores y latidos, como si innumerables minúsculas líneas de fuerza se dispersasen en todas direcciones a partir del haz del foco. Nos miramos el uno al otro de esa manera y se quedó esperando sin creerme…

El pajaro espectador

Imagen:Andy Julia

23/10/11

La Tejedora


Tejiendo redes ya se hizo mujer

las mismas redes la vieron crecer

teje que teje con tranquilidad

la tejedora va, la tejedora va

tejiendo red, tejiendo red …

"La Tejedora"


Sandra Ramirez

Imagen.Verneer

21/10/11

Cartas de Eloisa y Abelardo


De Eloísa:


Tu sabes amado mío – y todos saben también – lo mucho que he perdido al perderte a ti. Y cómo la mala fortuna – valiéndose de la mayor y por todos conocida traición – me robó mi mismo ser al hurtarme de ti.

El nombre de esposa parece ser más santo y más vinculante, pero para mí la palabra más dulce es la de amiga y, si no te molesta, la de concubina o meretriz. Tan convencida estaba de que cuanto más me humillara por ti, más grata sería a tus ojos y también causaría menos daño al brillo de tu gloria.Dios me es testigo de que, si Augusto – emperador del mundo entero – quisiera honrarme con el matrimonio y me diera la posesión de por vida, de toda la tierra, sería para mí mas honroso y preferiría ser llamada tu ramera, que su emperatriz.

19/10/11

Atardecer




Es el atardecer cuando uno se aleja,
a la caída del sol.

Es entonces cuando se abandona todo.

El pensamiento recoge su tolda de tela de araña
y el corazón olvida el porqué de su angustia.
El caminante del desierto abandona su campamento,
que pronto desaparecerá bajo la arena,
y continúa su viaje en la quietud de la noche,
guiado por enigmáticas estrellas.

Versión de Axel Von Greiff

Pär Lagerkvist

14/10/11

Tal vez,Oh mar



Tal vez, oh mar, mi voz ya esté cansada

y le empiece a faltar aquella transparencia

aquel arranque igual al tuyo,

aquello que era tan parecido a tu oleaje.



Han pasado los años por mí, sus duras olas

han mordido la piedra de mi vida,

y al viento de este ocaso playero ya le miro

doblándose en las húmedas arenas.



Tú, no; tú sigues joven, con esa voz de siempre

y esos ojos azules renovados

que ven hundirse, insomnes, las edades.


Rafael Alberti

Imagen:Ran Ortner

12/10/11

El beso


¿Sabes de dónde proviene nuestro verdadero poder? ¡Del beso, sólo del beso!

El beso, pese a todo, no es más que un prefacio


Guy De Maupassant

Imagen:Alexander Atsmanchuk

9/10/11

Melancolia




Es otoño. Estoy solo. Pienso en ti. Caen las hojas...
Vaga la melodía de una pena que ignoro.
El viento, que estremece marchitadas congojas,
pasa como un recuerdo por el bosque sonoro.

Es otoño. Parece que un ensueño renuncia,
que un desencanto esparce las efímeras galas...
Una dorada pompa que a la muerte renuncia,
con el paisaje mustio forma una lluvia de alas.

Estoy solo. Se siente que el otoño es un viaje...
Hay un alma que llora porque alguien se despide.
Este ocaso de plantas que enrojece el paisaje,
con mi desalentada serenidad coincide.

Pienso en ti, oyendo un canto perdido en lontananza.
Cantan las cosas muertas, la música del vuelo.
Como mi amor caído conserva su esperanza,
la floresta marchita quiere subir al cielo.

Caen las hojas. La selva trágica se derrumba.
Desparrámase un sauce cual generosa fuente.
Las hojas más diversas tienen la misma tumba,
y entremezcladas ruedan en un mismo torrente.

Tú eres como una brisa por mi huerto sonoro.
Mi vida es una rama que, a tu paso, deshojas;
y que tendrá a los vientos un destino que ignoro.
Es otoño. Estoy solo. Pienso en ti. Caen las hojas...

Pedro Miguel Obligado

Imagen:Vladimir Kush

5/10/11

Para envejecer juntos nos cogemos las manos


Para envejecer juntos nos cogemos las manos,
yo miro tu sonrisa, tú miras mi tristeza;
irán saliendo arrugas en mi alma y tu cabeza
y canas sobre nuestros espíritus humanos;

idéntica vigilia caerá en nuestras historias:
ver al tiempo ir cerrando una a una las ventanas,
me sonreirás lo mismo que todas las mañanas
y será como un ramo de flores mortuorias;

tú eres ese recuerdo que he de tener un día,
yo soy esa nostalgia que poblará tu frente
cuando ya sea un anciano, amada, anciana mía;

pienso en ese futuro tranquilo y arrugado
como en dos viejos libros qua ya no lee la gente,
con tanto como habrán, en silencio, aguardado.

Felix Grande

Imagen :Sandra Belluzo

3/10/11

Las hojas muertas




Oh, me gustaría tanto que recordaras
Los días felices cuando éramos amigos...
En aquel tiempo la vida era más hermosa
Y el sol brillaba más que hoy.
Las hojas muertas se recogen con un rastrillo...
¿Ves? No lo he olvidado...
Las hojas muertas se recogen con un rastrillo
Los recuerdos y las penas, también.
Y el viento del norte se las lleva
En la noche fría del olvido
¿Ves? No he olvidado
la canción que tú me cantabas.

Es una canción que nos acerca
Tú me amabas y yo te amaba
Vivíamos juntos
Tú, que me amabas, y yo, que te amaba...
Pero la vida separa a aquellos que se aman
Silenciosamente sin hacer ruido
Y el mar borra sobre la arena
El paso de los amantes que se separan.

Las hojas muertas se recogen con un rastrillo.
Los recuerdos y las penas, también.
Pero mi amor, silencioso y fiel
Siempre sonríe y le agradece a la vida.
Yo te amaba, y eras tan linda...
Cómo crees que podría olvidarte?
En aquel tiempo la vida era más hermosa
Y el sol brillaba más que hoy
Eras mi más dulce amiga,
Mas no tengo sino recuerdos
Y la canción que tú me cantabas,
¡Siempre, siempre la recordaré!

Jacques Prévert

1/10/11

Una Historia de amor y oscuridad



“Una vez (…) mi madre me dijo que es cierto que los libros pueden cambiar con los años igual que las personas cambian con el tiempo, pero que la diferencia está en que casi todas las personas al final te abandonan a tu suerte, cuando llega un día en que no obtienen de ti ningún provecho o ningún placer o ningún interés o al menos, algún buen sentimiento, mientras que los libros jamás te abandonan. Tú los abandonas a ellos a veces, y a algunos incluso los abandonas durante muchos años, o para siempre, pero ellos, los libros, aunque los hayas traicionado, jamás te darán la espalda. En completo silencio y con humildad te esperan en la estantería. Te esperan incluso decenas de años. No se quejan. Hasta que una noche, cuando de pronto necesitas uno, aunque sea a las tres de la madrugada, aunque sea un libro que has rechazado y casi has borrado de tu mente durante muchos años, no te decepciona y baja de la estantería para estar contigo en ese duro momento. No echa cuentas, no inventa excusas, no se pregunta si le conviene, si te lo mereces y si aún tienes algo que ver con él, sencillamente acude de inmediato cuando se lo pides. Jamás te traiciona"


Oz, Amos. Una historia de amor y oscuridad

Imagen :Luis Cebrian