25/9/10

El Miedo y losTemores

El sol seguía declinando. (…) La ciudad que tenía ante mí había dejado de ser Venecia. Su personalidad, su nombre me parecían como ficciones mentirosas que ya no tenía el valor de infundir a las piedras. Veía los palacios reducidos a simples partes y cantidades de mármol parecidas a cualesquiera otras, y el agua como una combinación de hidrógeno y de nitrógeno, eterna, ciega, anterior y exterior a Venecia, ignorante de los dux y de Turner. Y, sin embargo, aquel lugar cualquiera era extraño como el lugar al que llegamos y no nos conoce todavía, como un lugar que hemos dejado y que ya nos ha olvidado. (…) Pero al mismo tiempo aquel lugar mediocre me parecía menos lejano. En el estanque del arsenal, debido también a un elemento científico, la latitud, había esa singularidad de las cosas que, aunque semejantes en apariencia a las de nuestro país, resultan extranjeras, en destierro bajo otros cielos”.


Marcel Proust, En busca del tiempo perdido

Imagen;Willian Turner

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